Ante
una mayor concientización por parte de todos, nos imponemos la necesidad de ser
sostenibles y responsables con el medio ambiente en la mayoría de cosas que
hacemos. Tanto a nivel particular como a nivel empresarial, es más común que
llevemos a cabo todo tipo de acciones orientadas al cuidado y prevención del
medio ambiente. A veces, cuando pensamos en ello, nos abrumamos al creer que el
efecto que tienen nuestras actuaciones individuales no sirve para mucho, aunque
los resultados demuestran que si todos empezamos a hacer pequeñas cosas, posiblemente consigamos grandes resultados. Así
que, ¿cómo podríamos aplicar este tipo de reglas a nuestro día a día? Desde fonvirtual, os
proponemos una serie de reglas para ahorrar papel en la oficina. Por un lado, conseguiréis ahorrar
mucho dinero gastando menos en papel y, por el otro, haremos que nuestra
empresa sea más sostenible.
1. Reutiliza el papel
Todos
utilizamos mucho papel de aquí y de allá para apuntar cosas: un número de
teléfono, una cita, un nombre… casi cualquier superficie donde podamos escribir
nos vale. Por eso es una buena idea no utilizar papel nuevo para
esto, sino reutilizar folios impresos, por ejemplo.
2. Imprimir a doble cara
Un
buen punto de partida debe ser que imprimamos solo aquellos documentos que
forzosamente vamos a necesitar. Debemos intentar ser muy juiciosos con esto,
imprimiendo lo menos posible. De cualquier modo, parece interesante que,
puestos a tener que imprimir cualquier tipo de documento, lo hagamos a doble
página, por delante y por detrás. Con esta medida tan elemental conseguiremos ahorrar
la mitad de papel del que hubiésemos consumido imprimiendo una única
cara.
3. Fomentar el uso informático
Pensando
con la misma coherencia, deberemos ampliar al máximo posible el uso informático
que podamos hacer en nuestra oficina. Apuntar, por ejemplo, las cosas en
archivos en el ordenador en lugar de en cuadernos, evitando utilizar el formato
papel para nada. Tal y como hablábamos en el apartado anterior, sería
interesante limitar al máximo la impresión de cualquier documento, al punto que
sólo los realmente imprescindibles sean llevados a papel. Si tenemos una
reunión, podemos sacarle mucho partido a las pizarras blancas o pasando la
información directamente en soporte digital a los asistentes.
4. Reciclar
Todo
el papel que hemos utilizado y que ya no nos sirve puede reciclarse, ya que es
una acción muy sencilla y útil y que alargará la vida de los materiales que
utilizamos día a día. Puedes colocar una caja en un rincón de la oficina y
depositar en ella los documentos inservibles para, una vez a la semana,
acercar su contenido hasta un contenedor destinado al reciclado de papel.
5. Uso de tecnologías más sostenibles
para ahorrar papel
Apoyarnos
en nuevas tecnologías que fomenten el no uso de papel. Por ejemplo,
la emisión de facturas a través de correo electrónico en lugar de correo
tradicional. Igualmente, existen en la actualidad soluciones de telecomunicaciones como el fax por Internet que ofrecen el mismo servicio que el
fax tradicional, pero no consumen papel. Este tipo de ideas innovadoras que
aparecen cada vez con mayor fuerza, son buenas medidas para ser sostenibles.
Podemos asegurarte que no salvarás al mundo con esto pero en
la medida en que esta acción se vaya contagiando con tus compañeros de trabajo
sí iniciarás una cultura ecológica y responsable ¡Anímate!
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