La imagen que
tenemos de volver a la oficina después de unas vacaciones, por lo general tiene
muy poco en común con la realidad. Mientras que muchos de nosotros esperamos
sentarnos a nuestros escritorios llenos de energía ilimitada y creatividad
restaurada que impulsará nuevos proyectos, lo que generalmente termina
ocurriendo es que pasamos varias horas (o días) dispersos, intentando procesar
una montaña de correos electrónicos y cerros de pendientes acumulados durante
nuestra ausencia.
¿Hay alguna
forma de evitar que esto pase? ¡Seguro que sí! Por eso aquí tenemos estos tips
para que tu regreso de vacaciones sea de lo mejor y muy productivo.
1. Planea
activamente para tu regreso. Cuando se trata de hacer planes para estar fuera de la oficina, la
mayoría de la gente se concentra en organizarse para su partida. Evita el
desgaste que genera el regreso al prever tu retorno también.
Mientras que
muchos de nosotros tratamos de maximizar el tiempo de vacaciones volviendo a
casa el domingo por la noche, es recomendable considerar un retorno más holgado
de tiempo.
Piensa en
regresar desde el sábado, pues deberás dedicar tiempo a desempacar, comprar lo
esencial para la semana y revisar el correo electrónico sin sobresaltos, lo que
puede disminuir el impacto del primer día de vuelta en la oficina.
2. Ten una
estrategia. No sólo vuelvas a la oficina después de unas vacaciones sin un
plan de ataque, a menos que quieras ser invadido por la flojera de planear
cosas.
Te sugerimos
designar un horario en la agenda para la transición de vuelta a tu rutina. No
incluyas nada en la agenda en tu primer día en la oficina, pásalas al segundo
día siempre y cuando no sea algo que tengas que resolver con urgencia.
3. Usa la
contestadora a tu favor. Tu respuesta
automática fuera de la oficina tiene que ser directa (deshazte de la frase
“vacaciones muy necesarias”, por favor), servicial y honesta.
Si te
consultan por alguna razón por parte de la oficina y tú estás de vacaciones,
hazles saber que te encuentras en un periodo de descanso, pero siempre
indicando a quien pueden consultar en tu ausencia y pidiendo que te recuerden
qué es lo que necesitan de ti en cuanto regreses a trabajar, esto no es una
falta de atención, pues todo el mundo
que usa el correo electrónico entiende el problema del volumen y que las cosas
pueden quedar sepultadas entre cientos de mails cuando alguien está ausente. En
realidad no es una sorpresa para nadie; sólo estás advirtiendo que puede
ocurrir.
4. Omite la lectura
de tus correos pendientes y márcalos como leídos (sólo para valientes). Echa un rápido vistazo, busca algo interesante y luego lo bórralo
todo.
La sola idea
de perder el contenido de tu bandeja de entrada probablemente te provoque un
escalofrío, pero algunos argumentan que una purga de correo posvacacional puede
ser justo lo que necesitas para volver a la pista sin perder un día entero
poniéndote al corriente.
5. Debes tratar de
ser indispensable, pero darte cuenta de que no lo eres te hará un mejor
empleado. La planeación y el regreso de las vacaciones son un excelente
momento para un ajuste de perspectiva profesional. Todos estamos tratando de
ser el miembro del equipo al que todos deberían acudir en busca de consulta o
ayuda, pero creer que la empresa realmente no puede funcionar sin nosotros
puede ser perjudicial en el largo plazo.
Aprende a
planificar para el futuro, apóyate en tus compañeros de trabajo y entiende que
a veces es inevitable que incumplas esa solicitud de último minuto. Así serás
mucho más productivo cuando regreses.