Con la llegada
el mes de diciembre, el ambiente festivo y navideño se siente en todas
partes del mundo, incluso en la oficina. Por estos días es difícil
conseguir reservación en clubes sociales, restaurantes y fincas de recreo
aledañas a las ciudades.
Es buen momento
para hacer un alto en el camino y rescatar lo que muchos empleados han perdido
por diversos motivos: el sentido de pertenencia.
¿Cómo
propiciarlo y lograrlo? Es una cuestión de decisión y de liderazgo, que debe
partir de la cúpula de la empresa, así la ejecución recaiga en otros niveles,
sobre todo en los departamentos de recursos humanos.
"Cuando
los empleados sienten que las directivas están comprometidas con las
celebraciones y agasajos, sin duda se inyecta energía y se genera entusiasmo
entre los miembros del equipo de trabajo", afirma Rafael Ayala, consultor
en clima organizacional.
En diciembre,
generalmente, la gente está más distensionada y se vuelve más receptiva; espera
noticias positivas y quiere escuchar algún mensaje del área gerencial.
Aunque en organizaciones grandes es difícil individualizar saludos y reconocimientos, los líderes acostumbran visitar los distintos departamentos y ofrecer una pequeña conversación, preguntar cómo se han sentido durante el año y cuáles expectativas se tienen para el siguiente.
En las reuniones colectivas es aconsejable que el presidente o gerente de la compañía pronuncie unas palabras informales y aliente a su equipo de trabajo.
En este sentido, los expertos en comunicaciones estratégicas sugieren que el mensaje se base en los siguientes aspectos:
-Brevedad: cuando se está en una celebración empresarial lo que menos se espera es un discurso largo y tedioso.
-Universalidad: evite hacer reconocimientos individuales a personas o a equipos específicos, pues es posible que quienes no son mencionados se sientan desplazados o incluso ignorados.
-Comunique de qué se trata: para evitar que los empleados se sientan desilusionados, es aconsejable repartir un volante o explicar en la invitación los detalles del agasajo. Por ejemplo qué incluye y si se pueden llevar acompañantes o no.
-Sencillez: tenga presente que es un mensaje de
despedida y no una rendición de cuentas.
-Sorpresa: reserve una buena noticia, por
ejemplo un plan de expansión, un proyecto social que emprenderá la empresa o
nuevos programas de carrera.
-Esperanza: siempre hable sobre aspectos
positivos. Si el año que se aproxima está lleno de complejidades, refiérase a
los retos, a las posibilidades de salir adelante o a la capacidad del talento
humano de la organización.
Recuerde que el
reconocimiento y la gratitud hacen milagros y la época de Navidad es la mejor
para hacerlo.
Sin embargo,
todas las manifestaciones que se realicen deben ser sinceras y asumidas con
devoción y no por obligación o porque así lo ha impuesto la costumbre y la
tradición.
-Planifique
bien: no
deje al azar la celebración en aspectos como el transporte, número de
invitados, calidad y cantidad de comida, ubicación del lugar y atención a los
invitados. En estos aspectos, ahorros pequeños pueden resultar costosos.
-Dé
lo justo: no hay necesidad de hacer despedidas y
celebraciones estrambóticas. Lo más importante es el detalle y el afecto que se
le entregue al equipo.
-Sea
oportuno: no se exceda en el consumo de licor. Dejarse ver tomado no es
un buen ejemplo para los subalternos y, además, se presta para eventuales
irrespetos durante la celebración.
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