Levantarse temprano
sin duda es uno de los propósitos más populares entre la mayoría de la
gente, pero también uno de los más difíciles de mantener.
Es uno de los primeros
hábitos que debemos adquirir si queremos generar cambios importantes en nuestra
vida.
No empezar el día
con estrés y llegar corriendo al trabajo. Desayunar mejor o hacer algo de
deporte por la mañana. Tener más tiempo para trabajar en tus proyectos. Para
todos estos propósitos y muchos más, lo primero que tenemos que conseguir es levantarnos
más temprano por la mañana.
1. MOTIVACIÓN Y
FUERZA DE VOLUNTAD
Lo más importante
es buscar la motivación para convencerte de que te quieres levantar más
temprano. Piensa por qué lo haces y lo que conseguirás. Más tiempo para
hacer cosas, más energía, desayunar tranquilamente. Utilízalo para motivarte.
Deberás entrenar
tu fuerza de voluntad para luchar contra esa vocecita interior que te dice “quédate
5 minutos más”. El truco es no escucharla, o si la escuchas, piensa que no
eres tu, que tú quieres otra cosa.
Creo que el gesto
de levantarse de la cama, cuesta lo mismo 15 minutos antes que después,
¡exactamente lo mismo! Así que ¿por qué atrasarlo? Solo conseguiremos sentirnos
peor con nosotros mismos por no haber cumplido nuestro propósito. Una vez
que te has levantado, no es tan malo
Si se te olvida
fácilmente tu motivación, puedes ponerte recordatorios. Ponle nombre
a las alarmas en el mévil: “Estar más sano y más guapo!”, “Sacar un
sobresaliente”, “¡Conseguir más clientes!” o “Hoy es un día especial”. O deja
notas en la mesita de noche, espejo del baño o incluso en el frigorífico.
Te ayudarán a tener siempre presente tu objetivo.
2. ACUÉSTATE
ANTES
No puedes pretender
seguir acostándome a las 12 o a las 1 de la mañana y levantarte a las 6. Tienes
que intentar acostarte un poco antes.
Piensa que
normalmente las últimas horas del día son las menos productivas ya que
la mente está cansada de todo el día. Si te vas a dormir antes, probablemente
le quites tiempo a la televisión o las redes sociales, y lo cambies por tiempo
productivo que ganarás por la mañana. Cuando veas lo despejada que está
tu mente por la mañana, y la energía que tienes después de desayunar para hacer
cosas productivas, te motivarás para seguir haciéndolo.
Por supuesto hay
gente que está más inspirada para trabajar por la noche, y prefieren acostarse
tarde haciendo algo productivo. Cada uno tiene que buscar su mejor momento.
3. RELÁJATE
ANTES DE DORMIR
Para ayudar a
conciliar el sueño más fácilmente es bueno tener una rutina nocturna.
Cenar ligero y al menos 1 hora antes de acostarte facilitará el sueño.
También es
recomendable no usar aparatos electrónicos un rato antes de dormir, así
el cuerpo va “desconectando” y después es más fácil conciliar el sueño.
Lo mejor es leer un
rato en la cama. Aprovecha para leer ese libro que nunca tienes tiempo y te
aportará mucho más que Casados a primera vista.
4. EMPIEZA POCO
A POCO
Si normalmente te
levantas a las 8, pretender levantarte de golpe a las 6 de la mañana va a ser
muy difícil. Puede que el primer día lo hagas, pero estarás muy cansado y los
siguientes días tu cuerpo te pedirá volver al horario al que está acostumbrado.
Para afianzar bien
el hábito, lo mejor es ir poco a poco. El primer día pon la alarma 15
minutos antes, el segundo día, repite 15 o sube a 20 minutos. Y así hasta
llegar a la hora a la que te quieres levantar.
Los primeros días
deberías intentar hacerlo incluso los fines de semana, para acostumbrarte,
luego te puedes permitir fallar algún día.
5. ABRE LAS
PERSIANAS
Durante la primera
semana en San Diego sufrimos bastante el Jet Lag y nos despertábamos a
las 5 de la mañana. Nuestro cuerpo estaba acostumbrado al horario de España. Ya
nos hemos ido haciendo a esta zona horaria, pero aun así, nos despertamos todos
los días sobre las 7 sin demasiado esfuerzo. Y una de las causas más
importantes es que aquí no hay persianas y la luz entra por la ventana desde
que amanece.
Cuando duermes el
cuerpo segrega melatonina, la hormona del sueño. La luz solar
interrumpe está producción, así que el cuerpo comienza a despertarse solo
sin que te des cuenta, y de una forma natural y relajada.
Cuando amanece
temprano es fácil hacerlo, el problema ocurre cuando te tienes que
despertar antes de que amanezca, en invierno por ejemplo. Para esto
funcionan bastante bien los despertadores
solares, que simulan el amanecer desde una media hora antes
de la hora programada.
Nosotros en Madrid
teníamos uno que nos encanta. Ilumina la habitación entera como un amanecer y
además tiene sonidos relajantes como agua y pajaritos; nada que ver con el
clásico biipp biippp!
6. ¡DESPIERTATE
MOTIVADO!
No es bueno
levantarse corriendo y con prisa, date unos minutos para despertar
tranquilamente y ve poco a poco encontrando esa motivación necesaria
para saltar de la cama.
Piensa en tus
objetivos, ponte la radio o una canción que te guste alegre y movida, y verás
cómo tu estado de ánimo cambia totalmente. ¡Incluso puedes bailar!
Ver frases
motivadoras también ayuda.
Otro hábito muy
bueno por la mañana es dedicar unos minutos en la cama a agradecer por lo que
tienes. Pensar 3 cosas buenas te ayuda a ponerte en una actitud de
gratitud y saldrás de casa con una sonrisa con la que es mas fácil afrontar
el resto del día.
7. MUÉVETE
Endorfinas!! Que mejor manera de empezar el día que con estas hormonas de la
felicidad. Activarás tu cuerpo y tendrás energía y motivación extra para
el resto del día.
El ejercicio no solo te
hace pensar mejor, estar más sano y más feliz (científicamente probado),
también te ayuda a prevenir y combatir el estrés.
No hace falta que
salgas a correr una hora o que vayas al gimnasio. Incluso una pequeña rutina
matutina de 10 minutos es suficiente. Puedes hacer:
- Estiramientos, flexiones, abdominales, sentadillas, triceps, …
- Rutinas de Yoga de estiramientos estáticos o movimientos dinámicos como el saludo al sol.
8. DESAYUNA BIEN
Lo primero que
nuestro cuerpo necesita después de 7 u 8 horas durmiendo es recuperar
nutrientes. Tómate tu tiempo para un buen desayuno equilibrado y comenzarás
el día con energía suficiente para afrontar cualquier reto. Importante
incluir proteínas en tu dieta.
Además desayunar
bien ayuda a mantener el peso ya que evita que estés comiendo constantemente a
lo largo del día.
Crea una rutina y
estarás deseando el desayuno cada mañana. No hay nada como tener tiempo por
la mañana para prepararte un desayuno propio de fin de semana.
Mientras desayunas,
aprovecha para repasar tu lista de tareas, escuchar podcast inspiradores de
Bloggers a los que sigues, o simplemente no hacer nada y disfrutar del
desayuno practicando mindfulness.
9.
CÓMETE ESE SAPO PRIMERO
Tras desayunar y
hacer ejercicio estás listo para empezar el día.
Aprovecha esa
energía y claridad para hacer la tarea más complicada, tu sapo, primero. Como dice
Brian Tracy en su libro de productividad: Eat that frog!
Elige una tarea
importante cada día, una tarea que te acerque a tus objetivos.
Empieza el día con esa tarea y termínala.
¡Ojo! No cometas el
error de confundir proyecto con tarea. Si pretendes afrontar una tarea
muy compleja, probablemente acabes procrastinando porque no sepas por donde empezar. Una tarea es
algo concreto, definido, que puedes empezar y acabar en un periodo de tiempo no
muy largo. Si tienes esto claro y aprendes a dividir proyectos en tareas
concretas serás más productivo.
Cuando veas que has
terminado tu tarea importante y todavía te queda el día entero por delante, te
sentirás genial.
Despertarse antes por la mañana tiene una gran cantidad de beneficios.
Según estudios, las personas madrugadoras son más proactivas, se anticipan a
los problemas y planifican mejor que las personas que se levantan más tarde.
Tener más tiempo productivo para avanzar en tus objetivos, hacer
ejercicio, o estar con la familia y amigos, vale la pena.
Fuente: masymejor.com
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