A mayor formación y respaldo
académico, más ventajas laborales. En México, esa consigna podría estar
rezagada, pues el desempleo afecta, en un porcentaje importante a la población
preparada. Según cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) el desempleo en personas con
educación media superior y
superior avanzó de 33 a 35% del 2008 al 2010.
Es común escuchar sobre la necesidad de obtener un
certificado que avale los estudios profesionales realizados, pero en México, 60% de los profesionistas no cuenta con el respaldo académico que
actualmente requiere el mercado laboral, sólo 22% tiene un título profesional,
13% una certificación de carrera técnica, y únicamente 6% comprueba el
desarrollo de un posgrado.
Esas cifras son el resultado del sondeo
"Motivaciones del Mexicano en el Trabajo", realizado por la firma de
soluciones de recursos humanos, Randstad, a 2,500 postulantes que acudieron a
sus oficinas para solicitar una vacante. Los mexicanos "no han dado la
importancia necesaria al tema de querer concluir o demostrar algún grado
académico", refiere la encuesta.
Obtener un título es, para muchos reclutadores,
sinónimo de una persona que le gusta avanzar y no dejar "a medias" su
formación. Además, en el país contar con este papel es una forma de sobrevivir
a la agresividad del mercado, aunque en el ámbito laboral no siempre se ve así,
y se considere que los puestos son cuestión de buenas recomendaciones, menciona
la pedagoga por la Universidad del Valle de México, Lilia Soria.
De acuerdo con estudios de la Organización para la
Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), las personas con titulación
universitaria perciben salarios al menos 25% superiores a los de quienes sólo
concluyeron la secundaria. La tasa de desempleo de quienes finalizan estudios universitarios es
siete puntos porcentuales menor que aquellos que no pasan el ciclo de
secundaria.
En el país, sin embargo, alrededor del 42% de los
jóvenes que hacen una carrera universitaria nunca se titula, con ese
porcentaje, el país ocupa el cuarto lugar respecto a regiones donde sus
estudiantes abandonan la obtención del grado académico, señala el organismo
internacional. Un egresado tarda, en promedio, de seis a 18 años en obtener esa
certificación de sus conocimientos, estima la Asociación Nacional de
Universidades e Instituciones de Educación Superior (ANUIES).
La pedagoga detalla que los egresados y empleados
experimentados se enfrentan al fenómeno de la contratación precaria. Se
preparan, dice, por varios años, buscan un título y después se percatan que
alguien con menor formación académica recibe igual o mayor aportación
económica. Titularse, sin embargo, refleja actitud y deseo de mantenerse
preparado, y eso es un aspecto importante para los empleadores, puntualiza
Maricarmen Balcarcel, directora de Capital Humano de Randstad México.
Quedarse rezagado en la titulación tiene sus
implicaciones, pero afortunadamente existen instituciones que se preocupan por
aumentar el porcentaje de titulados en nuestro país, una de ellas es CONAIP que
respalda a todos aquellas personas que por algún motivo no pudieron titularse y
los ayuda con programas académicos que los preparan para un examen único para
obtener su cédula. Checa más información en: www.conaip.com.mx
Fuente: http://goo.gl/taq72b
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