lunes, 20 de julio de 2015

10 puntos que harán de las matemáticas algo muy fácil


La matemática es quizás una de las materias que tiene un alto índice de reprobación en cualquier parte del mundo, y es que no es porque sea una asignatura muy complicada sino que no sabemos cómo acercarnos a ella.

Aquí te dejamos algunos tips con los que estudiar para que ese examen de algebra, aritmética o trigonometría sea pan comido:

1.     Concentración en clase. Cuando el profesor explica matemática, intenta transmitir un concepto que es abstracto. Nuestra concentración debe estar al máximo, puesto que son los temas más complicados para asimilar. Prestar atención no es mirar al frente y escuchar callado las palabras del docente, es entender lo que él nos está tratando de explicar.

2.     Practicar. Para mejorar, la mejor manera es hacer muchos ejercicios. Y cuando decimos muchos, no decimos tres o cuatro. Tal vez tengamos que hacer veinte, treinta o incluso más. Pasarse algunas horas en esto se reflejará en lo rápido que termines una prueba.

3.     Profunda concentración al estudiar matemática. No es lo mismo que estudiar historia. Los textos se pueden leer como leemos una novela o el diario. Pero la nomenclatura matemática se lee a otra velocidad, más lenta por supuesto. Recordemos el objetivo, no es “cubrir” todo el texto, sino entenderlo. Y si lleva más tiempo habrá que aceptarlo.

4.     Estudiar la teoría. Acá es donde muchos estudiantes fallan. Leen la teoría y tratan de asimilarla al ir resolviendo ejercicios. Pero muchas veces, cuando nos explican axiomas o teoremas, es necesario estudiarlos y memorizarlos. Prueben hacer eso la próxima vez que estudien matemática y se sorprenderán con la agilidad que resolverán los ejercicios.

5.     Llevar la materia al día. Más que con cualquier otra asignatura. Es muy probable que si perdemos el ritmo de la clase, ya no podamos entender más nada. Por eso, para evitar este gran problema, es preferible dedicar un rato todos los días a la materia. Y sí, reconozcámoslo, muchas veces ese “rato” son unas cuantas horas.



6.     Arrancar resolviendo lo más fácil. Siempre es conveniente resolver aquellos problemas más simples, por más tontos que parezcan. En los libros aparecen siempre ejemplos explicados en detalle, se los puede aprovechar para dar inicio la serie de ejercicios.

7.     Llevar adelante una forma organizada de resolver las guías de ejercicios. Lee detenidamente e identifica qué es lo que te están pidiendo y cuál es tu resultado objetivo. Seguir cada uno de esos pasos ayuda muchísimo al estudio de asignaturas como matemática.

8.     Consultar en clase. Los libros de matemática suelen ser muy fríos y rígidos. En muchas ocasiones vas a encontrar que la nomenclatura del manual no coincide con la que te enseñaron en clase. Entonces, no hay que esperar, es preferible consultar las dudas con los docentes, que tendrán más facilidad para explicarte el tema y podrán responder una duda de forma directa, cosa que un libro jamás podrá hacer.

9.     Estudiar en grupo. No será una reunión tan participativa como cuando se estudia alguna asignatura de ciencias sociales donde todos deben opinar, pero puede resultar útil igualmente. Un compañero puede llegar a explicar tan bien, o incluso mejor que un profesor. Pero claro, hay que mantener cierto orden para que la concentración se mantenga al máximo.

10.  Repasar las bases. Algunos estudiantes traen un mal nivel de matemáticas del nivel primario o secundario. Eso hace imposible aprender conceptos más difíciles. Si ese es tu caso, no hay que tener vergüenza en buscar algún manual de niveles iniciales y estudiar nuevamente los temas. Mientras mejores bases tengas te será más fácil aproximarte a otros temas.